Hay muchos síntomas del viaje astral. Vibraciones, zumbidos, pitidos, sensación de mareo, la cabeza nos da vueltas. Si el estado es más avanzado podemos ver imágenes en nuestra mente, escuchar voces, ver paisajes u otros lugares y si vemos nuestro cuerpo durmiendo es que ya casi lo hemos logrado. Cuando nos desdoblamos nuestro cuerpo pasa por un estado de adaptación y eso produce síntomas e indicios que determinan si se trata de un viaje astral. Estos síntomas son muy frecuentes a la hora de practicar las técnicas de desdoblamiento. En muchos casos estos síntomas no son garantía de que vamos a salir del cuerpo física, pero si determinan que estamos más cerca de conseguirlo.

Es importante saber controlarlos. Si conseguimos mantener el grado de vibración, tarde o temprano acabaremos saliendo. El problema es que muchas veces perdemos la concentración y eso interrumpe todo el proceso. La única manera de poder mantener la vibraciones o zumbidos es seguir concentrado sin desviar la atención en otros asuntos, solo tenéis que concentraros en el grado de frecuencia que estáis teniendo.

Si lográis mantener las vibraciones durante un tiempo veréis como pronto podréis alterarlas incrementando su intensidad. Haciendo esto durante varios minutos sentiréis como empezáis a elevaros progresivamente, SIEMPRE Y CUANDO NO PERDÁIS LA CONCENTRACIÓN.

El perder el control significa volver a empezar, si esto sucede no os desaniméis. Empezáis otra vez. A largo plazo iréis controlando estos síntomas y cada semana conseguiréis alguna experiencia nueva. Es muy satisfactorio cuando ves los resultados, esto te empuja a ir adelante y no rendirte.