Posts from the ‘Cuentos con sabiduria’ Category

EL SACO DE CARBÓN

Un día, un niño entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto.

Su padre, lo llamó. Jaimito, lo siguió, diciendo en forma irritada: – Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo! Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo: – Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso! Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso: – ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó. El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa. Cuando, el padre regresó y le preguntó: – Hijo ¿Qué tal te sientes? – Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.

El padre tomó al niño de la mano y le dijo:

– Ven conmigo quiero mostrarte algo. Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo. ¡Qué susto!    Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo: – Hijo, cómo pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros mismos

Ser agradecidos.!!

11gnj0x

Había una vez un hombre devoto que dedicaba su tiempo a la oración y meditación, su objetivo eran las cosas del alma y la búsqueda de la verdad.

Sucedió que se mudó a vivir justo frente de su casa una prostituta que todo el tiempo recibía todo tipo de hombres. El hombre devoto se sentía enojado e indignado y le decía a Allah como podía mandarle algo así, pues esto era motivo para perder su concentración y desviarse de sus plegarias; “una mujer así no merecía ningún tipo de favores”. Pasó el tiempo y el hombre devoto cada vez sentía más desagrado por aquella mujer. Por el contrario la prostituta se sentía muy honrada y afortunada de que frente a su casa viviera un hombre de condición espiritual, de modo que siempre le agradecía a Allah esa oportunidad de estar cerca de personas de dignidad. Ya que ella se veía obligada por las circunstancias a llevar ese tipo de vida.

Entonces ocurrió que los dos murieron a la vez, pues se produjo un enorme desastre natural y así los dos se vieron frente a la corte celestial. Allí se les dijo: “cada cual somos lo que cosechamos”. Así el hombre devoto fue condenado por no haber vivido su vida con satisfacción y agradecimiento y además haber tenido sentimientos negativos hacia otros y la prostituta fue salvada, pues ella había vivido su vida con gratitud, aceptación y pensamientos amables hacia los demás.

JUICIOS.!!

670393240_1390413

En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes lo envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco
Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía:
-Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?. Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:
-Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras. ¡Qué desgracia!
No vayáis tan lejos dijo el viejo- Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?. La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.

El huevo. Cuento sabio.

Cierta mañana, Nasrudin envolvió un huevo en un pañuelo, se fue al centro de la plaza de su ciudad y llamó a los que pasaban por allí:
– ¡Hoy tendremos un importante concurso! – dijo – ¡quien descubra lo que está envuelto en este pañuelo recibirá de regalo el huevo que está dentro!.
Las personas se miraron, intrigadas. Nasrudin insistió:
– Lo que está en este pañuelo tiene un centro que es amarillo como una yema, rodeado de un líquido del color de la clara, que a su vez está contenido dentro de una cáscara que se rompe fácilmente. Es un símbolo de fertilidad y nos recuerda a los pájaros que vuelan hacia sus nidos. Entonces, ¿quién puede decirme lo que está escondido?
Todos los habitantes pensaban que Nasrudin tenía en sus manos un huevo, pero la respuesta era tan obvia que nadie quiso pasar vergüenza delante de los otros.
Nasrudin preguntó dos veces más y nadie se arriesgó a decir algo impropio. Entonces, abrió el pañuelo y mostró a todos el huevo.
– Todos vosotros sabíais la respuesta – afirmó – y nadie osó traducirla en palabras. Así es la vida de aquellos que no tienen el valor de arriesgarse: las soluciones nos son dadas generosamente, pero estas personas siempre buscan explicaciones más complicadas, y terminan no haciendo nada. Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar.

Las Apariencias engañan.

 

Se cuenta que en un lugar un grupo de gente se divertía con el tonto del pueblo. Un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía de pequeñas chapuzas y de limosnas. Diariamente llamaban al idiota al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre un billete de 20 euros y una moneda de dos. El siempre escogía la moneda, menos valiosa pero más bonita y brillante, lo que era motivo de risas para todos. Cierto día, uno de los miembros del grupo le llamó y le preguntó si todavía no se había dado cuenta de que la moneda valía menos, bastante menos, que el billete de papel.
– Lo sé, respondió, no soy tan bobo. La moneda vale bastante menos, pero, el día que escoja el billete, el jueguecito acaba y ya no voy a ganar más mi moneda.


“El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota, delante de un idiota que aparenta ser inteligente”

Problemas..!!

Un niño le contaba a su abuelita que todo iba mal: tenía problemas en la escuela, no se llevaba bien con la familia, y con frecuencia tenía enfermedades. Entretanto, su abuela confeccionaba un bizcocho.
Después de escucharlo, la abuelita le dice:
—¿Quieres una merienda?
A lo cual el niño le contesta:
—¡Claro que sí!.
— Toma, aquí tienes un poco de aceite de cocinar.
— ¡Puaf! —dice el niño, con un gesto de asco.
— Entonces, ¿qué te parecen un par de huevos crudos?
— Arrr, ¡abuela! ¡No me gustan los huevos crudos!
— Entonces, ¿prefieres un poco de harina de trigo, o tal vez un poco de levadura?
— Abuela, ¿te has vuelto loca?, ¡todo eso sabe horrible!
Con una mirada bondadosa, la abuela le responde:
—Sí, todas esas cosas saben horrible, cada una aparte de las otras. Pero si las pones juntas en la forma adecuada, haces un delicioso bizcocho. Dios trabaja de la misma forma. Muchas veces nos preguntamos por qué nos permite andar caminos y afrontar situaciones tan difíciles. ¡Pero cuando Dios pone esas cosas en su orden divino, todo obra para bien! Solamente tenemos que confiar en Él y pronto nos daremos cuenta que nos tiene preparado algo maravilloso.

Mecánico del Alma.

1310160698628-BarraCatolicaCTV_2a

Una vez iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático. El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar qué era lo que tenía.

Pensaba que pronto podría encontrar el desperfecto que tenía su auto pues hacía muchos años que lo conducía; sin embargo, después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba la falla del motor.
En ese momento apareció otro auto, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda.
El dueño del primer auto dijo:
-Mira este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que tú sin ser el dueño puedas o sepas hacer algo.

El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo:

-Está bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto.

El segundo hombre echó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y lo pudo arrancar.

El primer hombre quedó atónito y preguntó:

-¿Cómo pudiste arreglar el fallo si es MI auto?

El segundo hombre contestó:

-Verás, mi nombre es Felix Wankel… Yo inventé el motor rotativo que usa tu auto.

Cuántas veces decimos: Esta es MI vida; Este es MI destino, esta es MI casa… Déjenme a mí, sólo yo puedo resolver el problema!. Al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues "esta es MI vida".
Pero… Te voy a hacer una pregunta:
¿Quién hizo la vida?

Sólo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.

La Paz..!!

cats

María quería vivir con paz y construir su casa y llamarla “LA PAZ” .
Aunque no sabía cómo hacerla, quería lograr un espacio amplio, transparente, luminoso y se le ocurrió entonces construirla con arena.
Una casa de arena y sal, entonces, se fue al mar.
Comenzó muy entusiasmada pero pronto tuvo que retroceder en su proyecto, porque se levantó un viento muy fuerte y con él, la arena se voló.
Así María cantó :
María, la paz, la paz, la paz…
un paso pa¨tras,
pa tras, pa traas…
Volvió al día siguiente bajo un sol esplendoroso y juntó agua del mar, por supuesto salada, para mojar la arena.
Así comenzó a construir nuevamente su casa
Levantó paredes, hizo puertas y ventanas…
Satisfecha se bañó en el mar.
Cuando salió la casa ya no estaba en el mismo lugar.
A veces el mar nos lleva para un costado, a veces para otro costado y nos revuelca, aunque no querramos…
María lloró lágrimas de sal, suspiró y pensó qué difícil se le estaba haciendo construir la PAZ.Y volvió a cantar:
María, la paz, la paz, la paz…
un paso pa¨tras,pa tras,pa traas…
un paso al costado,al costado,
al costado.y al otro costado, costado, costado…
Hasta que se dio cuenta de que tenía que buscar otro suelo, otros elementos más firmes; tal vez personas que la ayudaran a entender cómo se edifica la PAZ
Así consultó manuales, códigos de edificación, asistió a congresos, entrevistó arquitectos e ingenieros y resolvió construir su casa en suelo firme de esta manera:
*   Para los cimentos,  fuertes convicciones;
*   Vigas de hierro, sostén de  su entusiasmo;
*   Paredes sólidas de esperanza pintadas con claridad, porque posiblemente se ensuciarán y     habrá que volver a pintarlas.
*   Techos protectores de obstáculos;
*   Puertas de noble madera que se abrirán para dejar entrar a obreros
y constructores de PAZ.
* Ventanas con vistas a la mañana siguiente para volver a empezar.
Y sobre todo, su casa no tendría el valor de mercado acorde a una casa de tamaña proporciones, sino que sólo pesaría 21 gramos ( dicen que es el peso del alma) Allí, en el alma, pondría un cartel
“Estoy en LA PAZ, cercada por mis afectos, mis costumbres, mis personas…
Estoy en LA PAZ, limpiando los rincones de oscuras telarañas.
Estoy en LA PAZ, sonriendo al sol en el jardín.
Estoy en LA PAZ y percibo el perfume de tu compañía".


(del libro Mediacion y Resiliencia)

DIOS..!!

91797387

Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por algo bueno que te haya sucedido ayer. Pero note que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al trabajo.

Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA", pero estabas demasiado ocupado (a). Por eso encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de esto.

Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día.

Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado(a)para decirme algo. De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevara tu estrés, pense agradarte para que así pensaras en mí pero enfurecido ofendiste mi nombre, deseaba tanto que me hablaras, aun quedaba mucho tiempo.

Después encendiste el televisor, espere pacientemente, mientras veías el televisor, cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada. Te note cansado y entendí tu silencio así que opaque el resplandor del cielo, pero no te deje a oscuras, lo cambie por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en verlo.

A la hora de dormir, creo que ya estabas agotado(a). Después de decirle buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con música tu sueño, mis animales nocturnos se lucieron, no hay problema, porque quizás no te das cuenta que siempre estoy ahí para ti. Tengo más paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte como tener paciencia para con otros. TE AMO tanto que espero todos los días por una oración, el paisaje que hago es solo para ti. Bueno te estas levantando de nuevo, y otra vez esperar sin nada más que mí amor por ti, esperando que el día de hoy me dediques un poco de tiempo.

DIOS

Hijos. !!..Cuento Sabio.!!

cats

Cuéntase acerca de dos mujeres que llegaron a la fuente por fresca agua. Se acercó al lugar una tercera mujer, como así un anciano, que aprovechó lo apacible del sitio para sentarse a descansar. Balde va, balde viene, mientras tanto las mujeres charlaban entre sí.
– Mi hijo es un joven ágil y fuerte como un roble- dijo una.
– El mío- replicó la otra- tiene una voz maravillosa. No hay quien lo iguale en el canto.
La tercer mujer nada decía.
– Y tú no tienes nada para contar?
– Yo también tengo un hijo. Es un chico como todos los chicos. No tengo nada en especial para decir de él.
Terminaron las tres de llenar sus baldes y emprendieron el regreso. Se levantó el anciano y las siguió.
Caminaban las señoras cargando el agua.
Cada tanto se detenían a descansar.
Las caderas acusaban el esfuerzo, las manos se adormecían por el peso.
En eso aparecieron tres hermosos muchachos.
El uno corriendo y saltando se acercó al grupo mientras seguía haciendo todo tipo de piruetas y ejercicios.
Se pararon las mujeres a observarlo con satisfacción.
El segundo muchacho deleitó con su bella voz y portentoso canto el camino de las mujeres.
El tercer joven corrió rápido hacia su madre, y la liberó del peso de los baldes cargándolos él.
Preguntaron las señoras al anciano:
– Dínos, abuelo, qué opinión te merecen nuestros tres hijos?
Miró el anciano a las mujeres y con cierto asombro expresó:
-Tres hijos dicen ustedes. Yo apenas veo uno solo.
Así replicó el anciano apuntando con su dedo hacia el muchacho que cargaba los baldes con agua que su madre había extraído de la fuente.


(Cuento popular hebreo)